¿Qué ver en Cortegana?

Cortegana es un municipio español de la provincia de Huelva, en el parque natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en Andalucía. El municipio cuenta con una población de 4618 habitantes. Su extensión superficial es de 174 km² y tiene una densidad de 28,39 hab/km². Se encuentra situada a una altitud de 689 metros y a 120 kilómetros de la capital de provincia. El municipio cuenta con diversos atractivos turísticos, entre los que destacan:

El castillo de Cortegana. Es una fortaleza de origen medieval levantada en esta localidad onubense. Este complejo defensivo es el fruto de las reformas y ampliaciones llevadas a cabo entre los siglos XIII al XVI. Su principal función ha sido durante siglos el control de la vía que atraviesa la Sierra de Aroche y comunica a través del valle del río Chanza el valle del Guadalquivir con el Alentejo portugués. En la década de 1970 fue rehabilitado y convertido en museo y en la actualidad es además el epicentro de la celebración de las Jornadas Medievales de Cortegana.

Ermita de Nuestra Señora de la Piedad. Dentro del recinto fortificado del castillo, y emplazada en su sector nordeste, se sitúa la Ermita de Nuestra Señora de La Piedad, que consta de una sola nave estructurada en tres tramos separados por arcos fajones rebajados, que apoyados sobre pilastras, soportan una bóveda de medio cañón con lunetos. Su muro trasero está coronado por un camarín de planta cuadrada cubierto con bóveda semiesférica y con bóveda rebajada para el pórtico que se adosa a sus pies. El origen del santuario posiblemente haya que encuadrarlo en el siglo XIII como un ejemplo más de las numerosas ermitas de repoblación que se erigieron por toda la comarca tras la conquista cristiana. Los retablos e imagen de la iglesia son en su mayoría de mediados y segunda mitad del siglo XX, destacando La Virgen de La Piedad, patrona de la localidad. 

Casa mudéjar. Junto al nacimiento del Río Chanza en Cortegana, abre sus puertas un tesoro arquitectónico anclado en el siglo XV para mostrarnos como era el modo de vida en época mudéjar. Se trata de una pequeña vivienda construida en el siglo XV que permaneció habitada hasta los años noventa del siglo pasado. Es esta una vivienda muy humilde que consta de tres espacios que subdividen la vivienda según la distribución tradicional. Entrando encontramos en primer lugar un recinto dedicado a la vida diaria, donde se ubicaba la lumbre para calentar y cocinar y la fresquera, mueble ventilado destinado a conservar los alimentos. A través de un arco, que aunque tosco, conserva la forma característica de las construcciones mudéjares, accedemos al dormitorio, un recinto en el que los camastros y los candiles de aceite convivían con los habitantes en las noches de la historia.

Fuente de la Caja. La Fuente de El Santo se encuentra justo pegando a la Iglesia de San Sebastián, mientras que la Fuente de la Caja se localiza justo al lado de la Plaza de Toros, en Cortegana. Ambas fuentes, erigidas hacia 1850, sirvieron para el suministro domestico antes de al llegada del agua corriente a las casas. De estructura muy simple, consisten en una caja semicircular donde desemboca el caño de agua proveniente del manantial situado en el Cerro de Santa Bárbara.

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