Un gravísimo percance le pudo costar la vida a Manuel Diosleguarde el pasado 28 de agosto cuando fue herido por un toro de Cebada Gago en la pierna derecha. Más de un mes después, ha recibido el alta hospitalaria en Salamanca, donde le trasladaron desde el hospital de Valladolid.
Diosleguarde se encuentra “mucho mejor, ya en casa, con mi gente y mi entorno, pero la verdad que mucho mejor”. Verle salir del hospital andando por su propio pie ha sido, sin duda, la mejor noticia de todas. “Es como volver a vivir y, sobre todo, volver a respirar”.
Recuperarse de una cogida así conlleva un gran esfuerzo físico y psicológico, aunque reconoce que “me pilló en un momento en el que estaba muy preparado, muy metido en la profesión, y eso ha hecho que no me afectara”.
Treinta y seis días más tarde ha podido regresar a casa. “Si te dijera que no ha sido duro te estaría mintiendo, al final se hace largo, son 36 días. Hablamos de 36 días duros, complicados, veía que no avanzaba, se me infectó y durante 15 días no me paraba de supurar, pero al final todo pasa y quiero dejarlo atrás. Ahora vivir el presente y dentro de nada, el futuro lo iré escribiendo”.
El percance ha llegado muy pronto, en su cuarta corrida de toros, después de que diera el salto al escalafón superior el pasado 23 de julio en Santander. A pesar de ello, acabará siendo un capítulo más en la carrera del salmantino: “Soy consciente de que si me pongo delante tarde o temprano tiene que llegar porque cada tarde salimos a jugarnos la vida y tampoco seré el primero ni el último”. Sobre la gravedad de la cornada, comenta que “son peajes que pagamos los toreros y en un tiempo, lo contaré como una anécdota, que me habrá hecho más fuerte”.
Por delante le esperan unos meses duros, de mucho esfuerzo para recuperarse de la lesión lo antes posible. Será un proceso muy lento. Los médicos le han recomendado “seguir con la rehabilitación, caminar lo máximo posible, para que los músculos no se paren y se vayan regenerando. Todo será cuestión de tiempo y esperar”.
El comienzo de esta recuperación no habría sido el mismo sin el calor de toda la gente que le hizo llegar mensajes de ánimo. El triunfador del Circuito de Novilladas de Castilla y León 2021 lo tiene claro: “tengo que estar inmensamente agradecido porque nunca llegue a pensar que tanta gente se iba a preocupar por mí, iba a mostrar el respeto que ha mostrado y eso me ha hecho venirme arriba, me ha dado muchísima fuerza y en días tan complicados es un aliento”.
Manuel Diosleguarde tiene una importante meta: estar al 100%. “Lo primero es la salud, tengo todo el invierno por delante, no tengo prisa y cuando esté al 100% volveré”, asegura.