Sergio Rodríguez. Ese nombre que para algunos acaba de sonar pero que, para otros, lleva sonando casi 2 años en las plazas de toros. Y es que desde que el novillero abulense debutó con picadores en el Circuito de Castilla y León el año pasado, en cada novillada que torea son muchos los aficionados que se han sumado a su carro. Y no es para menos.
Sergio Rodríguez está en ese momento de su carrera en que “más ambición, más hambre y más ganas tengo. Vengo de dar un importante golpe sobre la mesa en Villaseca de la Sagra y de reafirmarlo en Arganda del Rey”, asegura el abulense.
En sus planes de futuro, Sergio Rodríguez no se quita de la cabeza Madrid: “Estoy deseando pisar Las Ventas. Tengo ganas de que la afición de Madrid vea el tipo de torero que soy”. Aunque asegura que “no me gusta pensar en el mañana, me gusta vivir y disfrutar del día a día” y sí que se marcó un objetivo a principio de temporada: «Quiero terminar este año como uno de los novilleros punteros del escalafón».
En este año y medio de novillero con picadores, Sergio Rodríguez asegura que “la evolución de mi toreo y de mi capacidad ha sido muy grande y muy rápida. Ha sido un año de crecimiento profesional y personal”.
Si algo tiene que tener un novillero es actitud y entrega. Algo que el abulense pone cada tarde en el ruedo, sea cual sea su categoría: “Siempre intento que dentro de mí nunca quede nada. Salir de la plaza vacío. En el toreo se trabaja todo, y la mente es un plus. Estar mentalizado al 200% te hace llegar a unos niveles extremos”.
Por delante tiene aún varias fechas importantes entre las que está el Zapato de Oro de Arnedo. Pero, si alguna hay que destacar por encima del resto, es su presentación en las ferias de primera. En este caso, Zaragoza: “Responsabilizado es poco, pero es un sueño hecho realidad. Desde que uno empieza sueña con estar anunciando en estas ferias”.