Por Rafa @de_grana_y_oro
El próximo sábado 21 de mayo, Utrera acogerá la primera semifinal del Circuito de Novilladas de Andalucía. Al llegar por carretera a este pueblo, la mítica silueta de un toro da la bienvenida a todos los que se adentran en su territorio. Y es que la localidad sevillana puede presumir de ser el vientre que engendró al toro de lidia andaluz.
Por orden cronológico, las dos primeras castas que se originaron fueron Cabrera y Vistahermosa. Todo empezó como una moda ostentosa de la nobleza de la zona, que al poco tiempo se convirtió en una competición para conseguir el mejor toro para los festejos taurinos de la época. Mientras que el toro de Cabrera era alto, rudo y fuerte, el de Vistahermosa destacaba por ser más pegado a tierra y más armónico. Cabrera vendía su genética a otros nobles, Vistahermosa al contrario era más reservado, y quería preservar su exclusividad, puesto que gozaba de gran fama (pese a ello, es precisamente Vistahermosa más difundida y transformada en la actualidad).
La tercera casta vino de la mano de Vicente José Vázquez. Este utrerano había heredado de su familia una pequeña partida de vacas y sementales, originarios de sangre Cabrera. Tenía en mente conseguir vacas de Vistahermosa, pero su compañero se negaba continuamente a venderlas, y para conseguir su objetivo elaboró un astuto plan: Se hizo con el arrendamiento de los diezmos de las tierras pertenecientes al Arzobispado de Sevilla. De esa manera le correspondió un 10% de los animales nacidos durante el año de gran parte de la provincia. Con esta triquiñuela legal, Vázquez pudo hacerse con ganado vistahermoseño, y en pocos años su ganadería superó en fama las anteriores.
Quisiera aprovechar estas líneas que me brindan, para felicitar a la organización del Circuito de Novilladas. Gran gesto de la Fundación, la apuesta por un pueblo con una tradición ganadera taurina tan especial. Espero que tanto Jesús Cuesta como Marcos Linares, puedan regalarnos una tarde para el recuerdo.