Por Guillermo Vellojín
Sergio Rodríguez se disputa la victoria en el Circuito de Novilladas de Castilla y León inscrito en la Liga Nacional de Novilladas que ha impulsado la Fundación Toro de Lidia. Este novillero ha conocido el triunfo y los sinsabores que la profesión deja, pero reconoce que para lo que queda de liga se encuentra con mucho ánimo y muchas ganas. Tuvo la fortuna de cortar tres orejas en Navas del Marqués, pueblo que le vio nacer en la taurina provincia de Ávila, aún cuando toreaba sin caballos. Años después, hizo su debut en Francia toreando en Arzacq.
¿Qué nos puedes decir sobre la afición francesa?
Es una afición peculiar y diferente a la española. Tienes que intentar no venirte abajo para que la cosa no se enfríe. Me gusta porque los franceses son muy respetuosos y no interrumpen, si no que están muy pendientes del toro, de cada movimiento del torero, y es al final es cuando rompe el público para valorar la faena.
Al tiempo, conoció, al igual que otros novilleros a los que he podido entrevistar, la soledad en el albero. Fue precisamente en Medina del Campo, donde hace este sábado el paseíllo, en la que, debido a las medidas anti-covid19, los espadas no se vieron arropados por los oles del público, y por eso le pregunté: ¿cómo recuerdas esa tarde?
Lo recuerdo fatal, fue muy raro. El público es el 80% del espectáculo. Es quien te juzga, es quien te aplaude, quien te silva, y la verdad es que torear solo es algo atípico y que deja una sensación muy rara. Mentalmente tienes que estar muy metido en el toreo, y aún así, es perceptible la ausencia del público.
Después de todo el recorrido que has tenido a lo largo de la Liga, ¿qué te gustaría mejorar?
Soy un torero muy autoexigente, me gusta analizarme tanto en el campo como en la plaza y me gusta verme grabado para así poder pulir errores y convertirlos en virtudes. Hay que ser consciente de los errores y saber en qué se falla para no volver a cometerlos, y esa es una obsesión que me acompaña, intentar alcanzar siempre la perfección.
¿Qué quieres ofrecerle a tu público en la semifinal?
La verdad que lo que he venido marcando en estas novilladas. Que la gente me conozca, que vean la manera en la que yo siento y percibo el toreo, que es con mucha pureza.
Háblanos de tus referentes y de tu concepto.
Un torero al que sigo mucho es al maestro José Tomás. Me gusta mucho Manzanares, El Viti… Pero con José Tomás me impacta la cantidad de gente que arrastra, el fenómeno que es en sí la figura del toreo. Lo vi en Granada con Sergio Galán, y cuando toreaba el rejoneador estaba pendiente de lo que hacía José Tomás en el callejón. De él me emociona su quietud. La quietud y la reunión que tiene con el toro. Para mí es un gran maestro.
Le deseo toda la suerte a Sergio en su próximo asalto, y ojalá consiga transmitir al público toda su energía y entrega.