Manuel Diosleguarde ya se había hecho hueco como uno de los novilleros punteros del escalafón y antes de que llegara la pandemia estaba anunciado en Madrid para 2020. El Circuito lo ha vuelto a poner en el candelero y de ello es consciente: “Ya está teniendo mucha repercusión todo el Circuito así que no me puedo imaginar lo importante que será para el ganador. Este tiempo de parón he toreado mucho en el campo y ello me ha permitido cuajar mi toreo. En 2020 iba a debutar en Madrid y a volver a torear en Sevilla pero las oportunidades ya vendrán”.
Victoria Collantes le preguntó a los tres sobre cómo les surgió el gusanillo de ser toreros y la historia de Diosleguarde es curiosa: “Yo empecé por casualidad, nunca me había planteado ser torero. Una vez acompañé a un amigo a la escuela taurina y de ahí hasta el día de hoy. No sé que me llamó la atención pero desde ese mismo día me apunté en la escuela, hace diez años ya. Ahora es a lo que me quiero dedicar y lo que quiero ser. Yo he terminado mis estudios y estoy plenamente dedicado al toro”.
Cogió de su pueblo, Diosleguarde (Salamanca) su nombre artístico y es conocedor de lo importante de cada detalle para crear imagen: “En mi caso es muy importante que nos televisen para darnos a conocer. Las redes sociales es otra manera de hacer afición y de hacer público. Lo primero para atraer a gente es dar imagen y el marketing es esencial. Es importante también que haya novilleros con ambiente y rivalidad para atraer a gente a la plaza”.