
Rdelaiglesia lleva detrás un nombre. Y una pasión. Raquel y el toro prácticamente desde el principio han ido unidos y, aunque nadie empieza cogiendo el camino que finalmente sigue, el segundo cuadro de Raquel ya fue sobre toros: “Fue la mano de un torero agarrando una montera y lo hice con clara de huevo. Ya en mi segundo cuadro se iba despuntando mi estilo, alejado del tradicional”.
Para cantar, para bailar, para escribir, para diseñar, así como para torear y pintar hace falta inspiración. Y Raquel de la Iglesia encuentra esa inspiración en lo que le hace sentir, que es el toro: “Me centré más en este tema a raíz de que era lo que me hacía sentir y lo que me inspiraba a pintar. Ahí se ha ido consolidando tanto mi estilo como mi temática, aunque no es única. Me encanta también la abstracción, la textura, la materia… Quien conozca mis obras lo puede saber. A pesar de ello, cuando hago una abstracción, siempre hay alguien que al verla encuentra un toro, un torero o una montera… Parece que, aunque no queramos pintar sobre ello, siempre lo tenemos en la mente”, cuenta la artista.
La inspiración es caprichosa. Y mucho. Por ello sólo son necesarios pequeños momentos para crear a lo grande: “Ese momento en que se encienden las luces y los trajes brillan es como una explosión en mi mente”, cuenta Raquel.
El estilo de Rdelaiglesia es personal. Tal es así que quien ve una obra suya, ya sabe ponerle nombre y apellidos: “Mis obras no son realistas, si no que a base de trazos y la postura, nuestra mente reconozca a la persona que se está representando”.
A raíz de la pandemia ha sacado una línea de láminas que han consolidado su estilo. Unas láminas con las que ha querido participar y apoyar este proyecto y que recibirán, personalizadas, los tres finalistas. “Me fijo en una fotografía o en un momento de la lidia y con el acrílico, directamente desde el bote, voy pintando cada trazo”.