Santana Claros, su tren, por Óscar Castejón

El malagueño Santana Claros encabeza la clasificación tras las tres novilladas clasificatorias del Circuito de Novilladas de Andalucía. El de Fuengirola debutó con picadores en año 2012 y el camino hasta aquí ha sido largo, sacrificado y sin un triunfo rotundo o triunfos que lo catapultaran. En su situación hay cientos de novilleros que esperan coger ambiente para dar el siguiente paso y tomar la alternativa. Algunos se quedan en el camino y otros la toman sin repercusión alguna quedándose con la foto del intercambio de trastos y la fecha en el currículum.

Antonio Santana ha sabido esperar y después de esos nueve años como novillero, ahora es su momento. Está concienciado de ello y llega con la madurez en su toreo y la madurez en su cabeza que necesitaba.

A su lado estos últimos años encontramos a un aficionado catalán, de nombre Albert Taurel, que se ha convertido en su fiel seguidor y en un amigo. Se conocieron hace 7 años tras una presentación en la que medió Hipólito,  el mozo de Santana. Se quedó ahí pero en una novillada en Málaga Antonio abrió el cartel, lo reconoció y Albert ahí vio ramalazos de Rafael de Paula que le marcaron.

Rafael Taurel se podría decir que es un ojeador de toreros de arte. Su primer fichaje fue Curro Caro, torero francés y gitano que destacó en los años 80. Después se fijó en un joven Curro Díaz al que siguió como novillero y al que le une una gran amistad. Más reciente le presentaron hace varios años a un joven Pablo Aguado al que sigue desde sin caballos.

Le preguntamos por qué en estos nueve años Santana Claros no ha acabado de hacerse un nombre en el escalafón novilleril y su fiel seguidor lo tiene claro. “No ha tenido suerte al rodearse de gente que no era válida”. Son tantos factores los necesarios para llegar a ser alguien en el toro que la fortaleza mental de cada uno es lo más importante.

Santana es un novillero que ha toreado en Sevilla, que ha toreado en  Madrid, que ha toreado en Málaga pero Albert da en la clave del asunto, “empezó por las ciudades y las plazas en las que hay que terminar la carrera como novillero, no empezarla”.  Hoy en día vemos como llegan novilleros a Madrid que se estampan con la realidad, novilleros que llegan sin rodaje a probar suerte y que Madrid les sirva para impulsar su carrera, aunque eso es una apuesta de doble filo. José Miguel Arroyo “Joselito” decía que los novilleros iban a Madrid para ver si sonaba la flauta pero hay que ir a Madrid a tocar una obra sinfónica.

En el caso de Santana estos años, aún toreando poco, dos-tres novilladas por temporada, ha ido cogiendo esa madurez que demostró en Sanlúcar en la primera clasificatoria y que volverá a demostrar el próximo sábado en Priego de Córdoba. El año y medio de pandemia le ha permitido torear mucho en el campo y le ha permitido afianzarse.

Albert es un hombre de 74 años, un aficionado sabio al que Antonio Santana le tiene mucho aprecio y Albert lo tiene claro: “Es evidente que esta oportunidad no la puede dejar pasar y ha empezado demostrándolo».

Este Circuito de Andalucía es un tren que les va a permitir a los dos mejores torear 4 novilladas en Andalucía y les permitirá torear el Circuito del Norte otras tantas novilladas. Es un tren en el que Santana Claros se ha subido y su toreo le ha permitido ir en clase preferente. La próxima parada será el sábado en Priego de Córdoba y no quiere que su destino tenga esa meta, es el tren de Santana Claros.

 


Por Óscar Castejón

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