Eran los años 60 del siglo pasado y un grupo de taurinos entre los que estaban los Hermanos Lozano, idearon un certamen taurino en la vieja Plaza de Toros de Vista Alegre “La Chata” en el barrio madrileño de Carabanchel, coso propiedad del Maestro Luis Miguel Dominguín y que por aquel entonces gestionaban como empresarios los “Lozano”.
A ese certamen le dieron el nombre de “La oportunidad”, cuyo anuncio corrió como la pólvora en su momento por toda España y del que se hicieron eco la gran cantidad de jóvenes maletillas que andaban por las ganaderías, pueblos y caminos de la geografía taurina de nuestro país; y todos con el sueño y la ilusión de convertirse en figuras del toreo, más o menos como hacía poco le acababa de pasar a Manuel Benítez “El Cordobés”, espejo en el que todos se miraban.
De aquel entonces y después de la legión de chavales que llegaron hasta Madrid, consiguieron muchos de ellos por lo menos debutar en el albero de la recién restaurada plaza de Vista Alegre; de ellos salieron gran cantidad de toreros con más o menos suerte, unos siguieron como novilleros, e incluso llegaron a tomar la alternativa, otros como subalternos y también una gran figura del toreo como ha sido Sebastián Palomo Linares.
Pues bien, en aquel momento los aspirantes tenían que ir y de alguna manera buscarse como vulgarmente se dice, la vida; hoy en día y pese a que tampoco te regalan nada, sin embargo y gracias a la iniciativa de la Fundación del Toro de Lidia, el entorno taurino y ciertas administraciones públicas que colaboran para que la Liga Nacional de Novilladas sea una auténtica realidad como ya está ocurriendo con los circuitos de novilladas picadas de la Comunidad de Madrid, Castilla León y Andalucía; más los que se celebrarán en Julio y Agosto como son los Circuitos del Norte y del Mediterráneo.
Todo ello tras la llamada “Gira de reconstrucción” de la temporada pasada, que surge esta como ya saben y es y pese a la pandemia de la COVID-19 que tanto daño ha hecho y está haciendo en el mundo entero y que también está sufriendo el sector taurino. Pues gracias a la pandemia, si así se puede decir, vino la Gira y ahora la Liga y sus respectivos Circuitos en los que la vista y la atención está puesta en los ganaderos, como en los toreros del escalafón novilleril que debido a estos festejos están siendo el centro de atención de aficionados y prensa, lo que en condiciones normales parece que no era posible por las pocas novilladas que habitualmente se anunciaban, festejos estos que vuelven de alguna manera a sus orígenes, los pueblos donde hay una grandísima afición a través de sus fiestas patronales y populares, donde tantas y tantas figuras se han forjado a lo largo de los tiempos.
Debido a todo ello podríamos llegar a decir aquello de….”no hay mal que por bien no venga”, ya que gracias a todas estas circunstancias los novilleros, la cantera taurina, está teniendo su momento, el que deseamos que la mayoría puedan demostrar que son y quieren ser figuras del toreo y tomar en su momento el relevo de los maestros y sean los que escriban próximos capítulos de la tauromaquia en el orbe taurino de Europa y América, como tantos lo han ido haciendo en el devenir de la historia del más bonito arte como es el toreo.
¡Novilleros estáis teniendo ante vosotros una gran oportunidad, no la desaprovechéis!