Patricia Prudencio Muñoz
La fase clasificatoria del Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid llega a su fin. El fin de semana del 10 de julio llegan las semifinales y los novilleros sacarán a relucir sus conceptos para conseguir su puesto en Villarejo de Salvanés y Miraflores de la Sierra, últimas paradas antes de llegar a la gran final.
Jesús García, desde la Escuela de Tauromaquia de Arganda del Rey “Fundación El Juli”, buscará su continuidad en el circuito madrileño. Su tauromaquia clásica y que derrocha pureza, junto con la ilusión, constituyen uno de los pilares esenciales en este escalafón. Además, es capaz de diseñar faenas en las que su personalidad y carácter amable y sincero transciendan hasta llegar al aficionado. Ambas señas de identidad se aúnan a una entrega incansable, en la que nunca se deja nada dentro. Una actitud que ha hecho que las novilladas pasen del “No interesan” al “No hay billetes”.
Sus actuaciones en Madrid y Sevilla lo abalan, dos festejos, la final de “Camino hacia Las Ventas” y una de las novilladas nocturnas en La Maestranza, marcaron su trayectoria como novillero sin caballos. Jesús García tiene las ideas muy claras, sabe ordenar y estructurar, por ello, primero se centra en la fijeza del animal en la franela, para después instrumentar el resto de la faena con condiciones tales como la humillación y la profundidad. Es un novillero muy completo, lucido en el capote, con soltura en los quites y firmeza, torería, profundidad y determinación en el último tercio, sin obviar sus responsabilidades en los tercios de varas y banderillas. Una pequeña representación de sus condiciones, una representación que permitió degustar a los aficionados en Valdilecha, la primera novillada del Circuito.
El próximo domingo 4 de julio, en Cercedilla, es el último aviso para entrar en las semifinales. Jesús trazará el paseíllo junto con José Miguel Arellano e Isaac Fonseca, para medirse a los ejemplares de Monte la Ermita y Blanca y Belén Ortega. Un cartel muy interesante en el que se lucirán los encastes de Domecq y Santa Coloma, una lucha de poder en la que Jesús no dejará a nadie indiferente.
El Circuito lo componen nueve novilleros, pero Jesús García y la Escuela Taurina de El Juli no pueden faltar en la final, pues traen en sus manos el poder sobre cualquier tipo de encastes y la variedad en el capote y en las suertes. El mismo poder que encara y somete a los novillos, independientemente del encaste y la condición. Un regreso a la tauromaquia más pura, clásica y completa, sin faltar a la variedad.
