Desde el bolsín, en sus manos. Por Natalia Rivas

Se podría discutir. O no. La celebración de los bolsines clasificatorios de los Circuitos de Andalucía y Castilla y León que tuvieron lugar el pasado mes de mayo en Badajoz. Una prueba a la que se presentaron una treintena de novilleros y que ya está dando sus frutos. Tal es así que 5 de los 7 novilleros que consiguieron su plaza a través de estos bolsines se han clasificado en las semifinales de los Circuitos.

Es el caso, en Andalucía, de Calerito, Pablo Páez y Santana Claros. Tres novilleros que, desde el principio, se han ganado a pulso su clasificación en este certamen. En Castilla y León, hablamos de Valentín Hoyos y Pablo Jaramillo.

 

La juventud y, puede que, la ambición, se abrían paso a golpe de valor en estas pruebas. Reclamando su sitio en el Circuito. Un sitio que han reivindicado con sus actuaciones en las novilladas clasificatorias. Cinco novilleros que recibieron “La llamada de la Liga”. Al otro lado del teléfono, el presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, que era el encargado de anunciarles que su experiencia no se quedaba en Badajoz, si no que llegaría a Herrera de Pisuerga, Arenas de San Pedro, Palos de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y Cazorla. Allí, tenían de nuevo en sus manos seguir escalando en los Circuitos. Y no lo desaprovecharon.

 

Santana Claros mostró la versión más clásica del toreo. Templando las embestidas de los novillos con el capote de una manera que hacía mucho que no veíamos en un novillero.

 

Calerito representa ese aire nuevo de la escuela sevillana. La entrega es la principal arma y en Palos lo demostró ante dos oponentes tan dispares como los de Juan Pedro Domecq y los de Prieto de la Cal.

 

Pablo Páez nunca olvidará el Circuito y su tarde en Sanlúcar. Allí indulto a Bribón, de El Parralejo, en una faena de siete y ocho muletazos por tanda con largura y profundidad.

 

Valentín Hoyos llegaba al tendido con su despaciosidad con la muleta y variedad con el capote. Una prueba más de que un triunfador no debe medirse por las orejas, si no por lo que siente aquel que está sentado en la piedra después de haber pasado por taquilla.

 

Pablo Jaramillo reclamaba el puesto de los nuevos novilleros. Su debut con picadores, su primer paseíllo con los del castoreño, lleno de valor y disposición, le daba el pasaporte directo a las semifinales del Circuito.

 

Cinco novilleros que han disfrutado esta experiencia desde el inicio. ¿Lo harán hasta el final? Está en sus manos.

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