El ejemplo de Quintana Redonda, por David Jaramillo

El éxito de la novillada sin picadores celebrada en Quintana Redonda en 2020, dentro del Circuito de Castilla y León, dio pie a que este año se anuncie una novillada picada, esta vez sin la necesidad de la intervención de la Fundación Toro de Lidia.

Hace casi 15 años, concretamente desde el 15 de agosto de 2006, que en Quintana Redonda no se acogía un festejo mayor. De hecho, desde entonces, la bonita plaza soriana, cuyos tendidos tienen la particularidad de ser excavados en la tierra, sólo abrió sus puertas para unas pocas novilladas sin picadores que fueron dejando de darse paulatinamente por distintas circunstancias, hasta que finalmente se quedó inactiva.

El de Quintana Redonda es sólo uno de los muchos y muy parecidos casos que se han visto a lo largo y ancho del territorio español desde que, a partir de la crisis financiera global de 2008, se desencadenó el dramático descenso de festejos en la temporada taurina europea. Plazas que se cierran, afición que se pierde, cultura que muere.

Sin duda, esta es una tragedia muy difícil de remontar, pero ante la que, claramente, no nos podíamos quedar de brazos cruzados. Y es por esto, entre muchas otras razones, que desde la Fundación Toro de Lidia se planteó el proyecto de los Circuitos de Novilladas, pues no sólo hay que estimular la aparición de nuevas figuras del toreo dando más y mejores oportunidades a los que comienzan, sino, además, intentar devolver la irrigación del toreo a aquellos lugares que están perdiendo el pulso.

Y en ese primer experimento de los Circuitos, el que se realizó el año pasado en Castilla y León tuvo el acierto de programar una novillada sin picadores en Quintana Redonda, donde, en medio de la dureza de la pandemia y con las más estrictas medidas de seguridad, el pueblo acogió el festejo con un entusiasmo tal que agotó las localidades puestas a la venta en muy poco tiempo.

El resultado fue inmejorable y Sergio Frías, alcalde de la localidad soriana, supo ver que el éxito de lo sucedido en el ruedo se extendía al comercio local, al bienestar de sus habitantes y al buen nombre del municipio. Por esta razón, no se conformó con dejar la puerta abierta para el regreso de la actividad taurina a su pueblo, sino que se puso manos a la obra para que aquello no se quedará ahí y hoy vemos el resultado, pues en Quintana Redonda ya se anuncia una novillada picada para el jueves 24 de junio, esta vez sin la necesidad de la intervención de la Fundación. Una alegría.

Ese es el verdadero espíritu que persigue la Liga Nacional de Novilladas. Ese es el objetivo de un proyecto tan ambicioso. Está claro que es sólo un brote verde entre un gran erial y que será un arduo trabajo el conseguir que este ejemplo se multiplique, pero marca el camino a seguir y nos demuestra que no estamos sembrando en un terreno baldío, como algunos nos quieren hacer creer.

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